07 febrero 2009

Joaquín Garay Figueroa

JOAQUÍN GARAY FIGUEROA

Auto Biografía

Nací en el barrio San Pedro, en una casa, ubicada frente a donde reside la Virgen de Tránsito, el 16 de abril de 1926.

Mi padre Nicanor Garay Gonzáles (nacido en Ambo, de padres procedentes de Chiclayo). Mi madre Abigaid Figueroa Falcón (natural de Huánuco).

Soy el tercero de siete hermanos. Estamos vivos cinco. Estudié el primer año de primaria en la institución educativa de San Pedro. Mi primer profesor el señor Carlos Castillo Cárdenas. En 1994 vino la epidemia de la Tifoidea, mató a una de mis hermanos. Esta enfermedad me dejó gravemente enfermo, igual a mi otra hermana. El médico Ernesto Ruiz me trató. No había tratamiento específico, lo único que nos recomendaba era una dieta: agua de arroz. Así estuve durante seis meses, sumido en una anemia terrible. Pensando que me iba a morir, los médicos antiguos le dijeron a mi mamá que me cambien de clima. Estuve en Ñauza durante tres años. Sobreviví, pero dejé de estudiar. Posteriormente me trasladé a Huancapallac, porque mi padre compró el fundo de Lucmapata. Allí estudié también. Luego volví a Huánuco a estudiar en el centro escolar de Huallayco, hoy Hermilio Valdizán. Por quedar primer puesto me dieron una beca para estudiar en el colegio Guadalupe, era un centro educativo con internado. Mi padre no quiso. Terminé mis estudios secundarios en el colegio Leoncio Prado. Obtuvo el primer lugar en aprovechamiento durante los cinco años de estudios.

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Por falta de recursos económicos quise ingresar a estudiar a los institutos armados. Me desanimé al saber que toda mi vida iba ser mandado por otro. La señora René Martínez de Abadía me dijo que estudiara medicina, carrera profesional que también a me gustaba. Ingresé el primer puesto a la facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Me dieron una beca, así me exoneraron el pago mensual que se hacía por estudiar Medicina. Terminé mis estudios con un promedio de nota anual por encima de catorce. Me gradué un 17 de diciembre de 1957. Trabajé en Trujillo, me ofrecieron trabajo en Caracas, Venezuela, no acepté. Fui la segunda promoción con postgrado en Cirugía en el Perú.

Ingresé por concurso al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas a estudiar Cirugía y Oncología. Allí hice mi tesis de doctorado de Cáncer de pulmón. Estuve tres años. Fumaba 80 cigarros diarios por la tensión. El cardiólogo dijo que me estaba intoxicando.

Trabajaba desde las seis de la mañana hasta las dos de la mañana, descansaba a penas cuatro horas diarias. Tenía consultorio, la gente estaba repleta. En el hospital, un día operaba el otro hacía consulta. El jefe de personal me pidió descansar seis meses por el arduo trabajo, así regresé a Huánuco. Tuve el en encargo de fundar el Centro Detector de Cáncer. Fundamos en Huánuco la Liga de Lucha Contra el Cáncer. Me hice socio del Club de Leones, mediante esta organización lo equipamos. Así me acostumbré en Huánuco y no regresé a Lima, pese a tener vacante mi puesto.

El doctor Carlos Showing Ferrari me llamó para ser su cirujano en el hospital Fausto Figueroa.

Así estuve inestablemente hasta 1963, año en que se convoca a concurso para ocupar las plazas en los hospitales del grupo alemán. El ex presidente Manuel Prado creó 18 hospitales del grupo alemán en el Perú, eran hospitales orientados científicamente. Me presenté al concurso, obtuve el primer puesto, pero por razones políticas me postergaron.

Cuando se creó el hospital Hermilio Valdizán me llamaron para organizarlo y preparar al personal; lo abrimos el 1 de noviembre de 1963. El ministro de Salud, Arias Estela, vino a Huánuco en 1964 y preguntó por mí. Tras conocer el tema del concurso, pidió que nombraran. La gente del hospital protestó, pero en 15 días llegó la resolución oficial de nombramiento con los cuadros de méritos reales del concurso. Me hice cargo de la jefatura de Cirugía. Junto a unos amigos creamos el hogar de menores, que hora es administrado por INABIF.

Mediante una traqueotomía la salvé la vida al embajador de Suiza, quien venía de Pucallpa. No le cobré. Y en recompensa a ese servicio me envió medicina para la Beneficencia Pública, además me ofreció apoyo económico, ingenieros para la construcción de un piloto de orfanato con talleres y varios servicios, incluyendo la manutención por cinco años. Al ver el proyecto, el doctor Carlos Showing Ferrari consigue un millón de soles por iniciativas parlamentarias y don Humberto Ponce Ratto otros tres millones soles. Con parte de ese dinero compré el terreno de 14 mil metros cuadrados donde ahora está el INABIF.

Vinieron los representantes por Huánuco en el Congreso, Cuba Espinatea, un señor de Ancash y un aprista que no recuerdo, dijeron ¿quién es don Joaquín Garay para que maneje tanta plata? Y ordenaron suspenderme. Yo me alejé. Hasta ahora me pregunto

¿Dónde estás esos cuatro millones de soles?

Ese dinero quedó bajo la administración del Consejo Departamental de Menores, integrado por Manuel Cornejo Huapaya, alcalde de ese entonces, y el prefecto del departamento.

¿Hoy, en cuanto estaría valorizada esa suma de dinero?

Un millón y medio de dólares aproximadamente. Lo único que hicieron es cercar el terreno y algunas construcciones que no demandan mucha inversión.

Con varios amigos creamos la sede del Colegio Médico en Huánuco. Apoyé a la dirección regional de salud, visitando diversos lugares. Así llegué a Puerto Inca donde había un puesto de salud implementado y atendido por médicos alemanes. El Estado no sabía sobre ese nosocomio. Atendían desde Puerto Honoria hasta Puerto Victoria, con una cobertura del 93%, cifra que el Ministerio de Salud nunca consigue.

Con esa experiencia impulsamos la creación de un hospital en Puerto Inca, solicitando apoyo a la organización alemana Pan para el mundo.

Vino su presidente y once técnicos, con ellos visitamos once días todo Puerto Inca. Se hizo el proyecto que, ha pedido de los alemanes, incluía, un centro de investigación de medicina folclórica. Intervino el Ministro de Salud de la época y dijo: Don Joaquín no es nadie para impulsar ese proyecto”. Los alemanes se fueron. El proyecto debe estar en dirección regional de Salud.

Por coincidencia en Puerto Inca el alemán Vierich tenía un fundo con mil vacas, aeropuerto, cuatro lanchas, fábrica de queso. Quería irse a su país, porque su hijo dipsómano y esposa estaban en Alemania. Pidió que la Universidad Nacional Hermilio Valdizán le diera mil dólares por toda su fortuna. ¡Increíble! Yo bailaba de un solo pie de alegría. Era una gran oportunidad de la universidad para tener un centro de investigación y un lugar donde se podía capacitar a los alumnos de Agropecuaria y Veterinaria.

Aceptaron la propuesta, pero nunca la concretaron. La indignante inoperancia hizo que se perdiera ese fundo.

Hermilio Valdizán hizo su Post Grado en Europa. Creó la Escuela de Psiquiatría del Perú. Murió a los 44 años. Escribió una colección de Medicina Peruana de 12 tomos. El 20 de noviembre de 1985 se rindió homenaje en la Plaza de Armas, en el mes de hizo un ciclo de conferencias.

En homenaje, enviaron placas recordatorias la facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de san Marcos, la Municipalidad de Lima, el Colegio Médico del Perú y la Municipalidad de Huánuco. Esas placas fueron entregadas a la Universidad Nacional Hermilio Valdizán.

¿Ahora, dónde estarán?

Hicimos el busto de Mariano Dámaso Beraún en la entrada del cementerio general, hemos puesto doce placas con su biografía en varias cuadras del jirón que lleva su nombre. Hemos conseguido 15 opúsculos de su trabajo, esperamos pronto publicarlo.

Las oportunidades perdidas por Huánuco.

Falta mucha identidad. Hay mucha gente foránea no le interesa el desarrollo de Huánuco. No hay liderazgo, nadie se mueve.

Falta mucha sensibilidad social a los médicos de hoy. En mi vida hice más de 25 mil operaciones, en mucha ocasiones ni cobré. Mi casa la hice con el poco dinero que gané de sueldo. “Yo cobro 10, 15 ó 20 excepcionalmente la consulta médica, mis alumnos cobran 50 nuevos soles”.

Apoyé el traslado de los restos de Daniel Alomía Robles. El doctor Oscar Declerk trajo un millón de Bélgica para implementar el centro de rehabilitación, pero yo apoyé en todo el trámite para obtener el terreno que nos negaba la Beneficencia Pública. En una gestión decidida contra una serie de obstáculos logramos gestionar el terreno.

Cuando ampliaron la carretera Central, afectaron media casi hectárea de terreno de club Law Tenis, destruyeron parte de la zona deportiva.
Nos quisieron reconocer apenas 11 mil nuevos soles. Esa vez vino el ministro de Fomento, entonces preparé un agasajo en mi casa, en medio de la reunión con algunas copas de por medio, finalmente, nos reconoció con 150 mil soles.

Con ese dinero compré 27 mil metros cuadrados el terreno actual del Law Tenis al señor Ruiz, en contra de lo que establecía la Reforma Agraria, que prohibía tener grandes extensiones de tierra. El señor Ruiz nos regaló 700 metros cuadrados más de tierra, por eso lo declaramos socio honorario permanente, lo mismo al señor Jorge Tejada.

“Ahora no me dejan ni entrar al club que yo implementé. Me cobran”, sostiene con una leve sonrisa.

Un día un trailer al retroceder prensó a un hombre a un auto. Llegó al hospital con el pulmón roto, diafragma rota, hígado roto, estómago perforado, intestino grueso roto y un mar de sangre en su interior. Demoré ocho horas en repararlo a este señor. A Dios gracias, vivió. Milagro de naturaleza. Después de diez años vino a darme las gracias.

Don Gilberto Bermúdez, ex director del IPD, se le perforó una úlcera y se le operó. Al día siguiente vomitaba coágulos de sangre en cantidad, a las 10 de la mañana ya estaba en coma.

Sus familiares me pidieron que lo operara, su caso era crítico, quisimos trasladarlo a Lima por avión, pero nos dimos cuenta que iba a morir en el trayecto. Le operé dándole diez por ciento de posibilidad de vida. Con sólo anestesia local, le abrí la pared estomacal, calmamos la hemorragia, le pusimos catorce litros de sangre. Ahora sobrevive para la gracia de Dios.

Junto a Jorge Espinoza formamos el Patronato de Huánuco. Con Andrés formamos la Opinión Huanuqueñista.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Una pregunta, quien o porque sugirió poner un obelisco en la plaza de ica?? Tengo curiosidad saber eso :) muchas gracias por la respuesta :)

Unknown dijo...

Una pregunta, quien o porque sugirió poner un obelisco en la plaza de ica?? Tengo curiosidad saber eso :) muchas gracias por la respuesta :)

Mavi dijo...

Da pena lo que cuenta. Cómo el mismo gobierno no dejo que hiciera una labor tan noble como hospitales y orfanatos, y peor aún desapareció ese dinero que era donado. Preguntando quién era usted para impulsar causas tan nobles? Pues quien era, yo creo que un peruano que amaba su patria, como existen pocos.

Unknown dijo...

Quiero saber la direccion del Dr. Joaquin Garay f. En Huanuco. Si alguien me puede informar, gracias

Unknown dijo...

EL DR. Joaquin Garay es un personaje muy querido sobre todo de la gente del campo le gustaba mucho la pesca y la casa, recuerdo que algunas veces lo acompañe a una de sus excursiones y donde llegaba la gente lo saludaba y le traía papas gallinas, desde luego el le decía coman ustedes y los atendía ahí en el campo ...una de las personas mas nobles y humanitarias

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